Viernes 09 de diciembre de 2011
César Huerta | El Universal
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
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La próxima secuencia que se vea de Daniel Radcliffe en cine será con una gran navaja apuntando a su garganta, como si estuviera a punto del suicidio.
Así será la primera escena de “La dama de negro”, considerada una de las historias de terror y suspenso más perturbadora de lás últimas décadas.
“Estoy muy orgulloso de Potter (Harry, la saga de la que fue protagonista), pero ahora tengo que demostrarle a la gente que tomo en serio la actuación y la manera de hacerlo es empezar a seleccionar material interesante”, comenta el actor en una entrevista exclusiva concedida a EL UNIVERSAL.
Para confirmarlo, lanza una descripción de Arthur Kipps, el personaje central de la trama de esta película que llegará a salas nacionales en febrero de 2012.
“Está completamente destruido por la muerte de su esposa y le ha resultado casi imposible vivir en el mundo de los humanos durante los últimos cuatro años”, dice el histrión.
La dama de negro, que en su versión teatral en México lleva 17 años, cuenta la historia de Kipps, quien viaja a un pueblo remoto a ordenar documentos de un cliente recientemente fallecido y, a medida que trabaja solo en la mansión, comienza a descubrir sus trágicos secretos, mientras que su terror acrecienta al percibir a una despreciable y misteriosa mujer vestida de negro.
La dirección recae en manos de James Watkins, escritor de “El descenso 2” y director de la película independiente “Silencio en el lago”.
El guión fue hecho por Jane Goldman, misma de “La duda” y “Kick Ass, un superhéroe sin súperpoderes” y quien durante la adaptación de la obra siempre pensó en un protagonista joven, aún antes de que Daniel fuera convencido.
Desde el avión
Radcliffe, nacido en Fullham, Inglaterra, hace 22 años, aceptó el papel tan pronto bajó de un avión en el que viajaba hace dos años.
Comenta que llamó a sus agentes y les pidió que, cayera lo que cayera, él debía quedarse con el papel.
Días antes, el director Watkins se había reunido con él, para explicarle lo que necesitaba. Y habían llegado a un preacuerdo sobre el papel.
El personaje de Kipps no solamente era la oportunidad de sacudirse la imagen del pequeño mago en el mundo, sino ingresar a personajes complejos, de los cuales el público no sabe qué esperar.
Se trata de un abogado joven, pero ya con un hijo que atender, pero al que ha descuidado por el trabajo. “Hay algunos momentos en los que realmente no se debe estar muy seguro de qué pensar sobre Arthur”, señala Radcliffe.
“Se sabe que probablemente no es feliz, pero no por qué. La ambigüedad deja espacio para mucho”, agrega.
El productor Richard Jackson (Rob Roy), sabe que con Radcliffe tiene una amplia posiblidad de buena taquilla, independientemente del género.
Después de todo, comenta, el terror vende muy bien con el público.
“Estamos tratando de asegurar que la gente que quiere ir a ver una película considere a la nuestra como su primera opción y con Daniel se anima a un público mucho más amplio”.
¿Qué dice Daniel? Se limita a decir que un actor principal es fundamental para hacer del set de una película algo feliz.
“He visto algunos sets donde los actores están y es miserable, pero a mí me encanta estar ahí.”
Por eso, hasta es capaz de colocarse una navaja en el cuello.
Fuente:Eluniversal
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