Pasándose al lado oscuro: 10 actores adorables en papeles siniestros
Daniel Radcliffe se quita las gafas definitivamente para dar vida al poeta 'beat' Allen Ginsberg. Recordamos a otros intérpretes que saltaron a la fama como chicos y chicas entrañables, para después aceptar roles no aptos para menores. Por YAGO GARCÍA
¿Hace bien Daniel Radcliffe? Difícil es decirlo, por ahora: no contento con pasar sin escalas de Harry Potter al terror hammeriano (de Hammer Film) con The Woman in Black, el actor joven más famoso del Reino Unido se ha apuntado a Kill Your Darlings, proyecto en el cual dará vida a un joven Allen Ginsberg. Exacto: hablamos del poeta insignia de la Generación Beat, ese al cual encarnó James Franco en Howl, y que además de militante gay, icono pacifista y genio de las letras era un fumeta contumaz, un promiscuo irreductible y un militante de la asociación de pedófilos NAMBLA. Esto último, más que nada, por fastidiar.
Insistimos: es pronto para decir si a Radcliffe le saldrá bien esta maniobra. Pero lo cierto es que, al igual que él, muchos otros actores y actrices se han apuntado a eso de dar vida a personajes, cuanto menos, controvertidos. En algunos casos, sus decisiones fueron correctas, y les ayudaron a que el mundo se los tomase en serio. En otros, sin embargo... Será mejor que lo compruebes tú mismo a continuación.
Macaulay Culkin
Hizo de las suyas en... El buen hijo (1993), Party Monster (2003)
La cara buena: Qué decir hoy en día del Macaulay Culkin de principios de los 90... Bueno, sí: que era el hijo que toda madre de EE UU hubiese querido tener, gracias a sus roles en las dos entregas de Solo en casa y en Mi chica.
La cara mala: Cuando la familia de Macaulay (esa misma de la cual el actor se acabó emancipando) vio que la imagen de su nene no daba mucho más de sí, le hizo embarcarse en El buen hijo, filme de poco éxito en el cual su peque daba vida a un psicópata alevín. Para más INRI, en Latinoamérica la película se tituló El ángel malvado, dado que en esos países Solo en casa había sido rebautizada como Mi pobre angelito. 10 años más tarde, ya convertido en todo un has been, Culkin planeó una resurrección en plan contracultural con Party Monster, en la cual encarnaba a Michael Alig, gurú de la vida nocturna de Nueva York y asesino ocasional. Huelga decir que el ex niño prodigio volvió a comerse los mocos.
Elijah Wood
Hizo de las suyas en... ¡Olvídate de mí! (2004), Sin City (2005)
La cara buena: Para empezar, el pequeño Elijah fue víctima de las perrerías de Macaulay Culkin en El buen hijo. Qué ironía más gorda, ¿verdad? Pues la cosa no acabó ahí: filmes como La tormenta de hielo y Deep Impact convirtieron a nuestro hombre en el adolescente adorable en el cual su ex compañero de reparto hubiese podido convertirse. Después llegó El Señor de los anillos, y todos aprendimos a verle como un Mesías de la Tierra Media.
La cara mala: Es de ley admitir que Elijah Wood ya había hecho de las suyas en The Faculty, cinta de terror cachondo en la cual Robert Rodriguez le hizo drogarse a destajo (por una buena causa). Aun así, muchos nos sorprendimos al verle en ¡Olvídate de mí! como un científico especializado en hurgar en los sueños, y en los cuerpos , con una ética muy cuestionable. Yel despiporre vino con su breve intervención en Sin City: de nuevo gracias a las artes de Rodriguez, Wood se convertía en Kevin, un psicópata caníbal de aterradora frialdad. Para colmo, pronto le veremos volver a las cosas del matar con Maniac (estreno en 2013).
Anne Hathaway
Hizo de las suyas en... La boda de Rachel (2008), Guerra de novias (2009)
La cara buena: En tres palabras: Princesa por sorpresa. Gracias a este producto Disney de 2001, la Hathaway se convirtió en el arquetipo de chica lista y estilosa, pero tierna y con buen corazón. La mariliendre soñada por más de un gay, vamos. Títulos posteriores como El diablo viste de Prada, La joven Jane Austen e Historias de San Valentín no hicieron sino cimentar esa imagen. Pero, sin embargo...
La cara mala: Como Anne Hathaway es muy lista (o eso parece) se encargó ella misma de dinamitar su imagen de chica buena, desde el principio y desde dentro. Ya en Brokeback Mountain le dio una buena sorpresa a más de uno ejerciendo como esposa castradora (a su pesar) de Jake Gyllenhaal. Lo cual no nos preparó para las cotas de mal rollo que podía inspirar su ex yonqui neurótica de La boda de Rachel, siempre a punto de reventar las nupcias de su hermana, gracias a la cual recibió una nominación al Oscar. Al año siguiente, Guerra de novias nos permitió ver cómo puteaba (y era puteada) por Kate Hudson. Y ya sabemos que Catwoman no es una villana per se, pero estamos deseando ver sus robos con escalo en El Caballero Oscuro: la leyenda renace.
Christian Bale
Hizo de las suyas en... American Psycho, Shaft (ambas de 2000)
La cara buena: Durante los primeros años de su carrera, tras convertirse en el spielbergiano (y ballardiano, de J. G. Ballard) protagonista de El imperio del Sol, Bale fue ese chaval problemático que, sin embargo, no asustaba a las madres. Véanse para probarlo Rebeldes del Swing, Enrique V (dirigida por Kenneth Branagh) y La pandilla, entre otras.
La cara mala: American Psycho consiguió hacernos ver dos cosas: la primera, que Christian Bale podía ser malo malísimo cuando se lo proponía, y la segunda que era un actorazo. Su pijo maligno del remake de Shaft resultó menos lucido, pero logró desencasillarle de su imagen como estrella infantil. A día de hoy, tras comprobar lo bien que le queda la capucha de Batman, la imagen pública de Bale oscila entre la luz (sus tremendas interpretaciones) y las tinieblas de la conducta violenta y los 24 fucks por minuto.
Edward Furlong
Hizo de las suyas en... American History X (1998), The Visitation (2006)
La cara buena: Sobre los adolescentes hombros de Furlong cayó la pesada responsabilidad de salvar al mundo en Terminator 2, algo que resulta relativamente fácil si tu guardaespaldas es Arnold Schwarzenegger y tu mamá Linda Hamilton.
La cara mala: Aun siendo conscientes de que John Connor no era ningún angelito, ver a Furlong en modo "yo fui un skinhead nazi adolescente" como hermano de Edward Norton en American History X fue bastante chocante. Con su carrera en caída libre (es decir, confinada a los títulos menores y a los estrenos en dvd), el antiguo salvador del mundo volvió a hacer de las suyas encarnando a un falso mesías, nada menos, en el thriller sobrenatural The Visitation.
Audrey Tautou
Hizo de las suyas en... Sólo te tengo a ti (2002)
La cara buena: Nos tememos que, para el común de los mortales, Tautou será hasta el fin de los tiempos Amélie, la chica que puso a Montmartre en el mapa turístico del cine moderno.
La cara mala: Por más que algunos colaboradores de esta casa insistan en que Amélie Poulain es una psicótica sin diagnosticar, el verdadero lado oscuro de la Tautou se dejó ver, y bien, en Sólo te tengo a ti, donde la actriz daba vida a una psicótica diagnosticada y presa de violentos delirios amorosos. Posteriormente, sus visitas a las tinieblas se han moderado, pero admitamos que en Coco: de la rebeldía a la leyenda de Chanel, la chica imponía lo suyo.
Kurt Russell
Hizo de las suyas en... 1997: Rescate en Nueva York (1981)
La cara buena: Aunque hoy casi nadie se acuerde, Russell fue un ídolo teen en los 60 gracias a sus películas para el emporio Disney, tales que Un ejecutivo muy mono, 20 docenas de hijos y Mi cerebro es electrónico. Tan seguro estaba el estudio de su potencial, que las últimas palabras del mismísimo Walt Disney fueron su nombre.
La cara mala: Un momento... ¿Malo, Kurt Russell? ¿Cómo puede ser malo Serpiente Plissken, ese héroe que...? Precisamente: designar como "héroe" al mercenario atracador de bancos, amoral y violento creado por John Carpenter resulta muy, muy dudoso, de modo que ver al actor luciendo su parche en el ojo resultó un shock en su momento. Aun así, y pese a verle repetir papel en 2013: Rescate en L. A., la imagen de Russell que trascendió en su momento fue la de un héroe de acción bruto pero noble. Hasta que llegó Quentin Tarantino y le permitió deshacerse de ese nuevo cliché en Death Proof.
Elizabeth Berkley
Hizo de las suyas en... Showgirls (1995)
La cara buena: Si creciste en los 90 (y sobreviviste), recordarás a la Berkley como Jessie Spano, la chica más feminista y combativa de la serie Salvados por la campana.
La cara mala: Hay viajes al Reverso Tenebroso que salen bien, y otros que salen mal. Sin ir más lejos, Berkley creyó haber saltado a la primera división de Hollywood dando vida a Nomi Malone, la stripper trepadora y manipuladora creada por Paul Verhoeven... Para encontrarse acto seguido con no uno, sino dos Razzie a la Peor Actriz sobre su repisa. Desde entonces, su estrella en el mundo del cine ha decaído imparablemente, y ahora (pese a dejarse ver en las series L y C.S.I: Miami) se dedica más bien a los realities de TV.
Brad Renfro
Hizo de las suyas en... Verano de corrupción (1998)
La cara buena: El actor cuyo nombre lleva James Franco grabado a cuchillo en el brazo fue declarado "Estrella juvenil más prometedora de 1995" por The Hollywood Reporter gracias a su papel de testigo incómodo (y algo macarra) en El cliente. Ese mismo año protagonizó Tom y Huck, una adaptación del clásico de Mark Twain con mucha sacarina.
La cara mala: Procedente de un entorno de clase baja (o más bien bajísima), Renfro lo tuvo fácil para ponerse en la piel de un delincuente juvenil en Sleepers. Y su consagración como pequeña bestia llegó cuando le vimos atormentar al viejo nazi Ian McKellen en la tremenda Verano de corrupción. Posteriormente, alternó papeles entrañables (Ghost World) con otros que mostraban su lado siniestro (Bully), pero su muerte por sobredosis en 2008 nos impidió ver cuál de los dos se imponía al final.
Jodie Foster
Hizo de las suyas en... Taxi Driver (1976)
La cara buena: Viéndola hoy, tan señora ella (y tan poco prolífica), resulta sorprendente recordar que, durante los 60, la Foster fue la protagonista de películas infantiles (Napoleón y Samantha, Las aventuras de Tom Sawyer), de episodios de la serie El maravilloso mundo de Disney y de una recordada campaña para los bronceadores Coppertone. Pero ese señor tan simpático que la dirigió en Alicia ya no vive aquí tenía otros planes para ella...
La cara mala: Exacto: el nombre de ese señor era Martin Scorsese, y fichando a Foster para encarnar a una prostituta adolescente logró suscitar una controversia que ríete tú de la cresta de Robert De Niro. Por fortuna, la cordura se impuso: no era sólo que Jodie fuese a sus 14 años una actriz de tomo y lomo, con nominación al Oscar incluída, sino que su madurez de niña superdotada resistió a todos los tests psicológicos impuestos por la productora. Tras Acusados y El silencio de los corderos (un Oscar por cada una), y viéndola en Un dios salvaje y defendiendo a Mel Gibson a capa y espada, parece que su reciedumbre no ha menguado.
Fuente: cinemania